1.4. Otras pistas para buenas historias


La lectura es la fuente más importante de ideas y la mejor forma de desarrollar el profesionalismo y el arte de la escritura. Si usted verdaderamente quiere tener una primicia, su deber es leer todo lo que se ha publicado acerca del caso sobre el que quiere trabajar. La lectura es la base de una carrera profesional en periodismo de investigación. Un periodista desinformado no puede entender adecua- damente los diferentes sistemas y procesos y, por lo tanto, no podrá detectar los síntomas que indican una anomalía en su funcionamiento. Procesar simplemen- te la información que recibe de casualidad es perder el tiempo. ¡Solo la nueva información permite ampliar el conocimiento!

Brant Houston, exdirector ejecutivo de Reporteros y Editores de Investigación (Investigative Reporters and Editors – IRE), les recuerda a los lectores del Manual de Periodista de Investigación de IRE que los diarios locales son un semillero de historias que merecen ser investigadas. Detrás de cada anuncio oficial hay una historia, se trate de testamentos, cambios de nombre, ejecuciones hipotecarias, subastas, licitaciones, propiedades incautadas o bienes no reclamados. Los diarios locales también publican interesantes reportajes sobre nuevos proyectos de obras públicas y de casos judiciales locales. Es posible encontrar el nombre del chofer de un antiguo micro escolar involucrado en un caso de ebriedad al volante, o el de un funcionario público del área finanzas involucrado en un caso de hurto en una tienda.

Algo que los periodistas deberían hacer más asiduamente es el seguimiento de las historias publicadas. Las encuestas de lectores y los focus groups invariable- mente revelan que los lectores están interesados en un seguimiento de las noticias. Quieren saber cómo sigue, por qué pasó lo que pasó y cuál es el trasfondo de escuetas noticias diarias. Hay que bucear especialmente historias que hayan omitido preguntar por las causas o se focalizan en un solo aspecto de un tema. Busque también formas alternativas de cubrir historias obvias o regulares, como las festividades mundiales o nacionales.

Los informes que brindan el gobierno o las ONG sobre estos eventos muchas veces son aburridos y poco atractivos en su presentación. Muchos periodistas consideran que leer estos artículos es más una tarea rutinaria que una fuente de historias excitantes. Pero si se lee su contenido en forma cuidadosa, posiblemente se descubra información nueva y desafiante que puede servir como punto de partida para una investigación.

Pese a que la escasez de recursos o la geografía pueden limitar su acceso a campos en los que los avances científicos pueden cambiar rápidamente el estado  del arte, algunos periodistas en países periféricos siguieron escribiendo sobre la falta de tratamientos efectivos para combatir el sida años después de que se ensayaron y comenzaron a comercializarse exitosamente drogas antirretrovirales en Europa y Estados Unidos. Estos periodistas simplemente no accedieron a esta información o no tuvieron acceso a internet. En estas circunstancias demandó mucho más tiempo lograr que el interés público en este tema vital para la salud  se focalizara en el verdadero problema, que es el adecuado acceso a las drogas disponibles y sus obstáculos.